miércoles, 1 de enero de 2014


TERESA MAYÁN

       TRIDIMENSIONALIDAD,
            NEGATIVIDAD Y 
          PORMENORIZACIÓN



La imagen de la Sabana Santa contiene al menos 9 características:
• Absoluta superficialidad, estabilidad térmica y química plenas • Sin direccionalidad • Comprobada ausencia de pigmentación de cualquier clase, estabilidad al agua, • Extrema pormenorización, Negatividad y Tridimensionalidad (que obligan a excluir todas las técnicas conocidas para realizar la imagen (tintura, tinte, polvo, contacto directo, vaporigrafía, vapor y contacto...)


Mientras que la fotografía tiene la ventaja de fijar una imagen en el tiempo y de quedarse igual con cualquier ángulo que se mire, y seguirá siendo la misma, con la Sábana Santa, ese no es el caso. 
La formación de la imagen de la sábana es todo un misterio. 

a) Relación entre intensidad de la imagen y la distancia:
Los científicos que han estudiado la Sábana han descubierto que la intensidad de la imagen está en relación con la distancia cuerpo- tela en cada punto, había posibilidad de crear hologramas sobre la base de esta información en la imagen. Descubierta esta relación, el examen de la imagen con los mismos instrumentos ópticos utilizados por la NASA para extraer información de las fotografías de Marte y Venus. De este modo aparezca una imagen tridimensional del cuerpo de la Sábana.



El Rostro










                                               Las manos








b) Desaparición misteriosa del cuerpo:

¿Cómo se produjo esta imagen tridimensional?

    El eminente físico y estudioso de la Síndone John Jackson, en un artículo titulado “La Sábana Santa ¿nos muestra la resurrección?” formula una hipótesis sobre cómo se formó la imagen. Como  ya se ha dicho, la intensidad de la imagen frontal del cuerpo se relaciona con las distancias lógicas de separación entre un presunto cuerpo y una tela envolvente, y esta relación es independiente de la composición de la superficie de dicho cuerpo.

    Según su hipótesis, el cuerpo cubierto por la tela se hizo mecánicamente transparente para su entorno físico y, a la vez, desprendió un destello radiante desde todos sus puntos interiores y superficiales. Cuando la parte superior de la Sábana se cayó dentro del cuerpo mecánicamente transparente, el destello radiante comenzó a actuar sobre la tela para producir una grabación durante el tiempo de paso de la tela a través del cuerpo. Dicha grabación es lo que formó la imagen.

    Esta deslocalización del cuerpo pudo ocurrir en  un tiempo del orden de un segundo, con lo que el lienzo puede caer unos 5 centímetros. En la parte frontal la intensidad de la imagen refleja el tiempo de contacto: mayor en las partes más salientes del cuerpo, menor en aquellas que sólo entran en contacto con el lienzo cuando éste cae mientras el fenómeno causante de la imagen está ya desapareciendo.

c) Negatividad:

Todas las observaciones que se hicieron señalan el hecho de que existe una gran probabilidad, que, aparte de la información 3D a distancia en la escala de grises de la imagen, también puede ser información holográfica escondida en la Sábana Santa. Ahora, la holografía se basa en un patrón de interferencia fija de dos ondas de luz, el rayo del objeto y el rayo de referencia (luz láser), y el medio para fijar ese patrón es una película holográfica especial. 


La holografía cuántica produce información tridimensional, así como la negatividad y puede muy bien ofrecer alguna explicación de eventos cuánticos de cómo la imagen se formó.  El primer holograma del rostro fue en septiembre de 2005.











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